La designación, del latín designatĭo, es la acción y efecto de designar. Este verbo refiere a señalar o destinar a alguien o algo para un fin, a indicar o a denominar. Por ejemplo: “La designación del entrenador se demorará dos o tres días más, según confirmó el presidente del club”, “Estoy ansioso por la designación del nuevo jefe de la oficina”, “El gobernador anunció la designación de Roberto Patora como Ministro de Medio Ambiente”.
Una designación puede referirse a un cargo o puesto asumido por una persona. Cuando una autoridad designa a un sujeto para que asuma una responsabilidad, le está otorgando ciertas competencias en una determinada área. Las designaciones pueden producirse en el ámbito del gobierno o dentro de una empresa.
En un sentido similar, la designación puede ser el nombramiento de una persona para que reciba un premio o para que acceda a un reconocimiento: “La Federación Internacional de Voleibol anunció la designación de Poh Jahn Liu como Mejor Jugador de la Temporada”, “La designación de Michael Fanstein como miembro del comité de honor de la institución generó una gran polémica”.
Además de todo lo expuesto tendríamos que matizar también que el término que nos ocupa se usa dentro del ámbito industrial. Así, por ejemplo, se estipula que todos y cada uno de los cables cuentan con una designación que se ajusta a una norma, que sirve para identificarlos y que se compone de un conjunto de números y de letras.
En concreto, gracias a esa combinación alfanumérica la persona que tenga que comprar un cable y tenga uno ante sus ojos podrá conocer aspectos tales como la marca comercial que lo ha realizado, el tipo de armadura que posee, la cubierta exterior con la que cuenta, su conductor o la normativa que se ha seguido para crearlo.
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